Así es como la llamamos vulgarmente la gente, aunque supongo que en el informe arqueológico la habrán llamado de otra manera. Está situada entre la Ronda del Pilar y las calles Madre de Dios y San Sisenando. La gente rumoreaba que los restos aparecidos eran del siglo XIX según les habían dicho a algunos el arqueólogo que allí excavaba, pero sólo se lo debía creer algún despistado, cuando fui a verla me encontré cosas de siglos anteriores como el XVIII, XVII y XVI, pero lo que más me sorprendió fueron unos cimientos muy enterrados a unos tres metros de profundidad en la esquina de la Ronda con Madre de Dios que avanzaban a lo largo de esta calle, tenían pinta de ser de época medieval (ya veremos que dice el informe) y muy profundos, y sobre todo me llamó la atención tres hornacinas incrustadas en un muro construidas en ladrillo, estilo mudéjar que me recordaron enseguida a las también tres hornacinas mudéjares de ladrillo que hay en Santa María del Castillo pegadas a lo que algunos consideran un mihrab otros ventana y otros puerta, pero evidentísimamente de época islámica y también me recordaron a la aberturas del templete que se hizo encima de la torre de Espantaperros, para sostener una campana, torre también islámica pero dicho templete es de época cristiana, y de estilo mudéjar, también discutible su época de construcción en la que yo ahora no voy a entrar pues no viene al caso. Según me comentó el profesor Fernando Valdés Fernández ha aparecido en esta excavación mucha cerámica islámica perteneciente al testar de Puerta Pilar que hasta allí llega; toda una pena no aparezca ningún resto islámico en lo que fue una ciudad de tanta importancia en esa época. Os pongo fotos de todo, aunque no entro a comentar otra cosas curiosas que se ven en las fotos por desconocer los detalles del estudio hecho in situ.
José Antonio Hinchado Alba.
